domingo, 30 de marzo de 2008

3Play TELMEX: A quejarse al MONO de la Pila: Vamos a ver!!!


En algún momento, no recuerdo bien si por curiosidad o coincidencia cósmica, terminé encontrando el origen histórico de semejante frase. Seguramente fue llevado por algún internautico viaje a través de la Blogosfera en el que haciendo referencia a alguna queja o reclamación sobre algún servicio público o uno de sus funcionarios, o a lo mejor una de sus victimas, al borde de la impotencia, sentenciaba: “Eso le va tocar es irse a quejar, a donde el MONO DE LA PILA”.

Resulta que, en no me acuerdo que año, pero eso si más bien cerca a la época de la colonia que a nuestros modernos días (vea que no todo a cambiado), era una costumbre de las buenas gentes de estas tierras frías mandarlo a uno a la porra por decirlo menos, hasta una fuente de aguas públicas en la que existía una estatua de un pequeño infante para contarle las desventuras. Aunque no son muy certeros los registros al respecto, considero que en muy pocas y contadas ocasiones la estatua se bajó, dejó de ser piedra y solucionó el origen de la queja. Me mantengo en la posibilidad de una en un trillón de veces.
Lo que si pudo haber llegado a ocurrir de alguna u otra forma, en el contexto de un acto de fe colectivo o individual (ejemplo di tú como los de hoy día en la tumba del señor Leo Kopp), el monito de la fuente, reconocido ya el mito urbano y la costumbre, la queja hubiese hecho eco en la plaza capitalina donde se encontraba el muy mugroso.

Lo que termina siendo cierto hoy día con el uso de la frase, es que la sentencia denota que A) no hay nadie mejor en ese caso para irse a quejar, pues B) es uno de esos “problemitas” que no tiene dueño, ni doliente, como quien dice, es una forma descente de terminar de fregarlo y evadirlo a uno y C) será mucho más eficiente, desahogarse con un fulano de piedra pues, a favor del descenso de nuestros niveles de vilirrubina (cuando me miro y no me miras) mas va a escuchar el personaje igneo (predecesor del divino niño, seguramente) que la señorita o señorito del Call center.

A estas alturas del partido se preguntará, señor receptor de la misiva, ¿toda esta carreta para qué?

Pues la red de redes, como bien lo saben ha sido creada y usada para múltiples fines. Entre ellos, darle cercanía a las distancias y fuerza a los mitos urbanos por su velocidad de dispersión. No lejos de esos dos medios, mi fin es digámoslo así…mucho más elevado (Pfffff!!!).

El poder de nosotros como consumidores se basa en la capacidad que cada uno tiene para elegir y también se fija en nuestro poder de compra; por otro lado, para aumentar ese poder o soy Bill Gates o Warren Buffet o Carlos Slim ó porque no, SOMOS un conjunto amplío y anónimo de consumidores decididos a darle dientes, metralleta, chuzo y palo a nuestro querido MONO para que investido con la rabia y el sentido de equidad del “tal cual” tenga vos y voto y les de duro a las grandes, pequeñas y/o medianas empresas que quieran vernos la cara de bobos.

La idea es simple, un post en un Blog, un mensaje a través de FaceBook o en el FUN WALL, un Topic en el Flickr, un Twitterazo o un mensaje de texto será el camino para aplicar justicia divina…: Boicotear el mal servicio, Boicotear la mala calidad y sobre todo Boicotear las mentiras.

No soy nadie para considerar que no pueden presentarse fallas en la prestación de cualquier servicio, no, no. Pero el tema central es que por lo menos, habiéndose presentado esta, no sólo es omportante que se tomen las medidas correctivas que sean necesarias de manera diligente, si no que además es importante que no le mientan al usuario, ya sea sobre el origen de la falla y mucho menos, sobre el tiempo necesario para remediarlas.

No soy nadie tampoco, para decidir si el Boicot se hace o no, si este llega a feliz termino, SOMOS todos y cada uno de nosotros los que sabemos si de lo que aquí hablo o me refiero es una práctica común o una práctica alejada de la realidad por parte de muchas compañías o de sus empleados o funcionarios, porque incluso a las compañías les cabe responsabilidad sobre las decisiones de sus empleados y sobre la gente que contrata para representarlos. Yo soy empleado y soy un trabajador y lo único que demando es lo que estoy en la capacidad de dar.

Así que ahora, si. Venga quejese ante Mono de la Pila y si la queja se presta, no será un mero suspiro que se lleve el viento o el agua de la fuente, será un susurro que magnificado se conviertira en un grito de miles de voces unidas contra la negligencia, la mentira y el mal servicio…ya que unir miles de voces no está tan difícil hoy en día, en los tiempos del Internet.

Ya luego se enterarán el porqué de esta iniciativa…